Sin embargo, la mujer cuya incompetencia puso a toda la población en riesgo cuando estalló el ébola en España, no ha dimitido de su condición de diputada, por lo que podemos decir que en realidad lo que hizo el miércoles fue una "dimisión", una dimisión en diferido, de esas que le gustan a Cospedal o una mini dimisión.
Es vergonzoso que una persona de esta calaña, que insultó a toda la población cuando aseguró que no vio el Jaguar en su garaje, se vuelva a reír de nosotros al dimitir de una cosa sí, pero de otra no. En su comunicado de dimisión, que se puede ver aquí, Mato afirma que "No quiero, bajo ningún concepto, que mi permanencia en esta responsabilidad pueda ser utilizada para perjudicar al Gobierno de España, a su Presidente ni tampoco al Partido Popular". Sin embargo, parece estimar que su presencia en el hemiciclo no perjudicará al Gobierno, a Rajoy ni al PP. Muy bien.
Nada nuevo bajo el sol, por desgracia. En España ocurren estas cosas porque las consentimos. Y todos somos culpables. Como dijo Reverte, los políticos son la personificación de nosotros mismos. Si ellos son así es porque algo malo hay en nosotros, el pueblo llano.
Quiero finalizar el post con la -ironía- magnífica intervención de Mato cuando se confirmó el primer contagio de ébola en Europa. Disfruten.
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